
Bodegas Pintia
BODEGAS PINTIA
Cerca de la población Zamorana de Toro pero siempre en la provincia de Valladolid, se encuentra la localidad de San Román de Hornija. En el páramo de esta zona yacen los viñedos viejos de Tinta de Toro en vaso que Vega Sicilia compró, en su labor pionera, en esta zona de canto rodado que dejo el paso del Duero en su día.
Una región de tradición vitícola recuperada por Vega Sicilia y convertida hoy en día en región puntera dentro del panorama mundial.
Clima
El clima continental con influencia oceánica tenue y las grandes oscilaciones de temperatura con veranos calurosos y muy secos, junto a precipitaciones entre 350 y 400 mm/año y temperaturas medias anuales de 12,5 ºC, propicia unas buenas condiciones de sanidad vegetal y asegura una adecuada maduración sacárica y polifenólica de las uvas.
Suelos
Los suelos de las parcelas de Pintia se formaron sobre depósitos aluviales en el cuaternario, formando parte en buena medida de terrazas altas del rio Duero con acumulaciones arenosas en superficie que facilitan la precolación del agua y las arcillas con cantos cuarcíticos en profundidad. Éstas actúan como reserva de agua para asegurar una buena nutrición y fisiología de la planta a lo largo del ciclo vegetativo.
En algunas parcelas, la pedregosidad a base cantos grandes de cuarcitas es también superficial, lo que ayuda a regular las temperaturas y favorecen la maduración polifenólica de la uva.
El manejo del suelo de cada una de las parcelas se realiza atendiendo a las diferencias texturales y estructurales del suelo, lo que ayuda a conseguir una completa y equilibrada madurez de la uva con la personalidad propia de cada terruño.
Proyecto
En los años 1997, 1998, 1999 y 2000, Vega Sicilia empezó a comprar viñedos viejos hasta completar las 106 hectáreas de viña que en este momento hay en explotación.
Durante esos 4 años hicieron experiencias de elaboración para tratar de ver cual era el potencial de los vinos de Toro, y vieron que era un estilo de vino donde lo mas importante era conservar la fruta de la uva.
Con esa idea nace la primera cosecha, 2001, para ser comercializada en el año 2004. La producción se inicio con 40.000 botellas en la cosecha 2001. Diez años más tarde, la producción se ha multiplicado hasta las 300.000 botellas.
Con la finalización de las obras en Bodegas Pintia, queda constituida la cuarta obra maestra llevada a cabo por la familia Alvarez. Bodegas punteras en su sector, pensadas para hacer el mejor vino posible, diseñadas con funcionalidad, y donde la limpieza es la primera máxima a respetar.
Las más modernas instalaciones, los mejores materiales con una alta rotación de los mismos, un viñedo muy cuidado, buenos profesionales y una política eficaz, son otras de las claves del triunfo de Pintia.