
Bodegas Teso La Monja
BODEGAS TESO LA MONJA
Teso La Monja marcó el comienzo de una nueva era en la Denominación de Origen de Toro. La familia Eguren, de procedencia riojana, lleva más de una década contribuyendo a la transformación de esta villa zamorana. Todo comenzó durante una búsqueda de viñedos para otro proyecto de la familia en Vinos de la Tierra, en la que conocieron y se 'enamoraron' de las viejas cepas prefiloxéricas de Toro y de su capacidad para dar a luz vinos únicos.
El éxito en la preparación de estos caldos se jalonó en varias etapas. En un primer momento los Eguren se hicieron con la bodega Numanthia Termes, en la que elaboraron el vino Termanthia con el que consiguieron los 100 puntos de Parker. En 2008 vendieron esta bodega a Louis Vuitton Möet Hennessy (LVMH) para iniciar un camino en solitario y buscar nuevos viñedos con unas características muy específicas, también en tierras toresanas. Estos viñedos, además, tienen más grava en superficie, están orientados al norte y poseen ciclos vegetativos más largos. Todo ello con el objetivo de obtener vinos que transmitan equilibrio y elegancia, extrayendo el máximo potencial de la tierra.
La bodega
La construcción de la bodega Teso La Monja se inició no obstante antes de la venta de Numanthia Termes a LVMH. Fue en 2006 sobre unas hectáreas de viñedo adscritas. Allí se levanta una bodega de sobria belleza arquitectónica en cuyo diseño se conjugan a la perfección la visión más actual en la elaboración de grandes vinos con la experiencia, la historia y el buen hacer del pasado. Modernidad sobre recios cimientos. En ese contexto se elaboran los vinos Almirez, Victorino, Alabaster y Teso La Monja. Vinos que transmiten las esencias de la Tinta de Toro con sutileza y frescura, dos atributos característicos de todos los vinos Eguren.
Viñedo y producción
En Toro se pueden encontrar viñedos prefiloxéricos de edad muy avanzada, lo que no sucede en otras D.O. españolas, como La Rioja, donde aquella plaga arrasó todas las cepas. Así, Teso la Monja cuenta con 90 hectáreas de viñedo plantado, en su mayoría en pie directo y autóctono, situadas en las localidades de Valdefinjas, Toro y Villabuena del Puente. Esas vides tienen una antigüedad que oscila desde los 35 años para los viñedos más jóvenes y los 130 de los destinados a la producción de Alabaster.
En Teso la Monja se practica además una agricultura sostenible, con abonado orgánico y un delicado trabajo en bodega. Los métodos tradicionales se combinan con la tecnología más moderna para extraer los matices minerales de unos suelos privilegiados.
Foto: Barricas de Bodegas Teso La Moja.