
Laurent Perrier
LAURENT PERRIER
Los primeros propietarios de Laurent-Perrier eran negociantes de vino y se establecieron en la zona en 1812. En aquella época, el Master Cellar (jefe de bodega) Eugène Laurent recibió en herencia la propiedad al no tener descendencia los originales propietarios.
Tras una muerte accidental de Eugene en 1877, su viuda Mathilde Emilie Perrier tomó el timón de la propiedad y estableció el nombre que tiene la casa hoy en día: Laurent-Perrier, fusionando el apellido de su difunto marido con el suyo.
No sería hasta 1939 cuando entraron en escena sus actuales propietarios, los Nonancourt.
Bernard de Nonancourt se unió a la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando regresó, su madre insistió en que se se metiera de lleno en la bodega, y así pasó por todas las áreas, desde la viticultura y las labores de limpieza en bodega, hasta su comercialización. En 1948, con tan solo 28 años, fue nombrado presidente y director ejecutivo de Laurent-Perrier. A raíz de su muerte en 2010, le sucedieron sus hijas Alexandra Pereyre de Nonancourt y Stéphanie Meneux de Nonancourt, quienes a día de hoy gestionan la casa y preservan su independencia.