
Estamos ante la primera añada de Finca Monteveiga, una creación de Mar de Frades con la que buscan mostrar un perfil diferente de la Albariño cultivada en Rías Baixas. Procedente de viñedos ubicados en la ribera del río Ulla, en el extremo norte de la denominación, han conseguido un blanco de guarda con una interesante paleta aromática y un paso por boca envolvente. Se trata de un blanco de producción limitada.






- Tipo
- Blanco
- D.O
- Rías Baixas
- Variedad de uva
- Albariño
- Vinificación
- Mesa de selección. La maceración se lleva a cabo en depósitos ganímedes durante 5 días a 4 ºC. Fermentación en depósito de acero inoxidable con levaduras autóctonas durante 21 días a 16 ºC. Terminada la fermentación llega el tiempo de reposo sobre sus lías. Crianza de 14 meses con sus lías en acero inoxidable. En la primera fase se llevan a cabo 'batonnages' cada dos semanas, pasando a hacerlo de forma mensual en la última fase de la crianza. Guarda de 12 meses en botella.
- Viñedo
- Finca Monteveiga. Viñedo situado a una altitud de 160 metros en la zona norte de las Rías Baixas. Plantado en 2003. Suelo de esquistos.
- Envejecimiento
- 14 meses
- Guía Peñín
- 92
- Tim Atkim
- 93
- Productor
- ZAMORA COMPANY ESPAÑA S.L (Calle Silicio Polígono Industrial Los Camachos 10, 30369 Cartagena, Murcia, España)
- Origen
- Meis (Pontevedra, España)
- Graduación Alcohólica
- 13,5%
- Peso
- 750 ml
- Nariz
- Aromas de fruta madura (manzana y albaricoque), menta y eucalipto.
- Boca
- Acidez equilibrada y una textura envolvente.
BODEGAS MAR DE FRADES
Bodegas Mar de Frades nace en el año 1987 y su trayectoria es paralela a la de la Denominación de Origen Rías Baixas. En 2007, con las nuevas instalaciones inauguradas, Bodegas Mar de Frades se encuentra a pie del viñedo Finca Valiñas, en la ladera de un monte en el centro delvalle del Salnés y enfrentado a la ría de Arosa a dónde llegan las brisas del Atlántico atemperado por la ría.
El viñedo Finca Valiñas se asienta sobre terrazas en la ladera sur del monte Valiñas, con más de veinte años de antigüedad, donde las parras de albariño se elevan emparradas formando un tapiz alejado de la humedad del suelo y recibiendo la brisa que llega del Atlántico.