
Pago de Carrovejas Cuesta de las Liebres
Delicioso de principio a fin, Cuesta de las Liebres es un vino premium que solo se produce en las mejores añadas. Sabroso, potente, equilibrado y muy muy persistente. Es una categoría en sí mismo que destaca por su elegancia y su final: largo y redondo al mismo tiempo. La añada 2015 es fruto de una cosecha atípica de extraordinaria calidad.







- Tipo
- Tinto
- D.O
- Ribera del Duero
- Variedad de uva
- Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot
- Vinificación
- Previo paso por cámara de frío y mesa de selección, las uvas pasaron por gravedad a pequeñas tinas de madera donde realizaron, con levaduras autóctonas, las fermentaciones alcohólica y maloláctica. El vino ha permanecido 24 meses en barricas nuevas de roble francés de grano extrafino.
- Viñedo
- Cuesta de las Liebres. Viñas plantadas en vaso vertical remontando una pronunciada ladera que linda, en su parte alta, con un denso pinar. Viñedo plantado en 1994. Suelo de marga caliza, con afloramientos de sales calcáreas de un tono blanquecino muy característico.
- Envejecimiento
- 24 meses
- Guía Peñín
- 95
- Tim Atkim
- 93
- James Suckling
- 93
- Productor
- Alma Carraovejas Distribución (Camino de Carraovejas S/N, 47300 Peñafiel, Valladolid, España)
- Origen
- Peñafiel (Valladolid)
- Graduación Alcohólica
- 15,5 %
- Peso
- 75cl
- Vista
- Rojo cereza con matices púrpuras.
- Nariz
- Múltiples sensaciones frutales en armonía con notas derivadas de la crianza. Un vino amplio en matices.
- Boca
- Elegante por encima de todo; firme, sugerente, largo y redondo.
- Maridaje
- Guisos de cuchara, carnes rojas o lechazo con patatas panaderas.
INFORMACIÓN BODEGAS PAGO DE CARRAOVEJAS
Finca y Bodega Pago de Carraovejas nace de los sueños y la ilusión de un grupo de amigos segovianos amantes del vino, encabezados, eso sí, por un emprendedor nato, José María Ruiz.
La finca de Pago de Carraovejas posee una ubicación estratégica. Está situada en la confluencia de ríos y protegida por un imponente cerro y por el castillo de Peñafiel, testigos ambos de los fríos vientos del norte y de las nubes cargadas de granizo.
Para conseguir su uva de extraordinaria calidad, la intervención humana y los sistemas de riego con los que está dotada la finca son determinantes. Cabe destacar los molinos antiheladas que posee la finca que mitigan los efectos de la helada negra y evitan el congelamiento interno de la vegetación.
Terroir
Ubicada a 3 kilómetros de Peñafiel, en la solana de los valles del río Botijas (un apéndice del valle del Duero del que tan sólo le separan 4 km), la finca goza de un microclima en el que se conjugan los efectos dulcificantes del Duero, los vientos dominantes del oeste (que favorecen la calidad de la uva) y la orientación sur de sus laderas de suaves pendientes (protegidas del dañino viento del norte y de las heladas primaverales y otoñales).
La plantación de viñedo cuenta con tres tipos de suelos predominantes repartidos por la finca en función de la orografía del terreno.
Viticultura
En Pago de Carraovejas trabajan con tres variedades de uva: Tinto Fino (Tempranillo), Cabernet Sauvignon y Merlot, todo bajo tres sistemas de emparrado: Cordón Royat (90% del viñedo), vaso vertical y terrazas de viticultura tradicional en el valle y viticultura de montaña.
Vinificación
La uva utilizada en los vinos Pago de Carraovejas se selecciona en el campo por el personal del viñedo a lo largo del ciclo vegetativo de la planta. Se vendimia a mano y llega a bodega en pequeños remolques vibrantes de acero inoxidable, que mimarán cada movimiento de la uva para que esta llegue semientera, después de despalillada y sin que uva ni granilla sufran presiones, fragmentaciones violentas o aireación excesiva.
La nave de fermentación está equipada con depósitos de acero inoxidable, especialmente diseñados para conseguir una maceración más eficaz debido a su gran superficie de sombrero y tinas de roble francés, con una capacidad de 150 hectolitros para fermentación alcohólica y de 200 para la maloláctica.
Los vinos pasan por barricas nuevas y seminuevas de roble francés y americano con una vida máxima de tres años. La crianza abarca desde los 12 hasta los 24 meses, dependiendo del tipo de vino.
