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Comprar vino Carmelo Rodero Valtarreña
La Tinta del país con la que se elabora este vino procede de un solo viñedo: el Pago de Valtarreña. Este pago tiene ciertas peculiaridades genéticas en sus viñas y también un microclima especial que permite a la bodega la obtención de uno de sus vinos más laureados. Al servirlo encontraremos un vino muy largo, sabroso y equilibrado, con notas aromáticas que nos llevan a las frutas negras en sazón, con recuerdos a cuero y café.
- Tipo
- Tinto
- D.O
- Ribera del Duero
- Variedad de uva
- Tempranillo
- Vinificación
- Cultivados en vaso y espaldera con unos rendimientos de sólo 3.500 kg por hectarea. Las uvas son vendimiadas a mano en cajas de 12Kilos. Fermentación en depósitos de acero inoxidables y maloláctica en barrica de roble francés. Crianza de 24 meses en barricas de roble francés de 225 litros con un grano seleccionado y una edad media de año y medio.
- Viñedo
- De los viñedos propios del pago familiar de Valtarreña, de 45 a 55 años de edad, que debido a sus peculiaridades genéticas y a su especial microclima, producen un maduración excepcional en la bondad de sus taninos. Suelos arcillosos calcáreos y arenas frescas.
- Envejecimiento
- 24 meses
- Productor
- Bodegas Rodero S.L (C/Boada de Roa, 09314 Pedrosa de Duero, Burgos, España)
- Origen
- Pesquera del Duero (Valladolid)
- Graduación Alcohólica
- 14%
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Es un tinto goloso y potente, al mismo tiempo que suave y aterciopelado. Es una mano de hierro en un guante de terciopelo. A la vista resulta muy atractivo y ya deja entrever que va a ser cosa seria. De nítido y brillante color cereza. Prácticamente sin ribete nos permite vaticinar la larga vida que se augura.
- Nariz
- En fase olfativa podemos encontrar una intensa y agradable gama de aromas. Se entremezclan las notas que evocan a frutas negras en sazón con recuerdos tostados, también de cueros y cafés. A medida que profundizamos vienen a nuestra memoria aromas especiados, de amplia intensidad y elevada persistencia.
- Boca
- En boca resulta muy carnoso, sápido, aterciopelado, estructurado, fresco y dotado de un gran equilibrio. Notas de zarzamora, de caramelos de café con leche, de bosque umbrío, de tabaco de pipa, de minerales... Es un vino eterno en sensaciones que además persisten, pues es muy, muy largo.
BODEGAS RODERO
Tradición Familiar
Procedente de una familia de viticultores de la ribereña localidad de Pedrosa de Duero, Burgos, Carmelo Rodero pertenece a la cuarta generación de viticultores. Sus bisabuelos elaboraban el vino en los clásicos y antiguos lagares, hasta que se fundó la Cooperativa Vinícola de Pedrosa de Duero, de la cual sus abuelos fueron fundadores. Continuando con dicha trayectoria Carmelo RODERO comenzó cultivando las viñas pertenecientes a su familia durante unos años, mas tarde decidió desvincularse de ésta, y con 50 hectáreas de viñedo, comenzó vendiendo sus uvas a la mítica Bodega Vega Sicilia durante 14 años.
En 1990 inició su propia andadura. Apostó por el futuro y la calidad sabiendo que la base de un gran vino pasa por unas buenas uvas, por lo que Bodegas Rodero se enorgullece de que desde su primera elaboración en 1991, todos sus vinos han sido premiados en las ferias y catas más importantes, tanto nacionales como internacionales, sirviendo de contraste y reconocimiento de su calidad. Carmelo Rodero apoyado por su esposa Elena ve continuada su acción emprendedora gracias a la incorporación de sus hijas Beatriz y Maria muy involucradas en el proyecto. Beatriz, su hija mayor, Ingeniera agrícola (especialidad en viticultura) y Enóloga por la Universidad de Burdeos (Francia), se ocupa de la dirección técnica de la bodega. Ella ha heredado de su padre la pasión por la viña y el vino.
Sus Viñedos
El inicio de la bodega fue el viñedo: se fueron adquiriendo terrenos, plantándolos de viña y abandonando el cereal, siempre en el entorno de Pedrosa de Duero, llegando en la actualidad a una superficie de 120 Ha de viñedo.
Pedrosa de Duero, enclavado en el centro de la Denominación de Origen de Ribera de Duero, corresponde a la zona más meriodinal de Burgos y la zona de producción que le corresponde, esta situada en cotas de los 750 a los 850 m. de altitud sobre el nivel del mar.
Presenta una climatología especifica, donde se relacionan periodos con leve influencia atlántica y continental. Esta distribución, proporciona un clima extremo y definitorio, con influencia en sus estilos de uva y por lo tanto, del vino. Tiene temperaturas suaves, salvo los meses del periodo que va de Diciembre a Marzo, en donde las bajas temperaturas ayudadas de fuertes vientos, marcan una epoca fría. Los veranos son calurosos y la cantidad de lluvia anual está sobre los 400 l./m2, por lo que es un bien escaso y marca mucho el cultivo del viñedo.
Los terrenos son arcillosos, aunque no se excluyen los calcáreos; pobres en materia organica y, ligeramente alcalinos. Cantos rodados, limos y arenas son los tipos de suelos que ayudan a constituir este terreno.
La densidad de plantación del viñedo está sobre las 2.500 cepas por Ha., en sus distintos marcos de plantación, que corresponde a la distancia entre cepa y cepa, a lo largo y a lo ancho de la parcela; para quedar estas perfectamente alineadas y generar un espacio donde, comodamente, se puedan dar las labores correspondientes al cultivo del viñedo. Según hagamos la conducción de la cepa, distribución de los brazos y la masa vegetal, nos encontramos con disposiciones en vaso y espaldera. La primera más clásica y cerrada, para proteger las uvas, y la segunda, algo más dinamica, en donde se consigue una distribución más abierta de las hojas.
Una de las ventajas de Bodegas Rodero es que elabora el vino con uvas de su propiedad, donde parte de los viñedos pertenecen a la familia desde hace años y poseen el clon más puro de la uva autóctona Tempranillo, llamada Tinta Fina. Con ese clon se han injertado todos los viñedos que se han ido plantando en la explotación.