
Esta marca es ya de por sí una gran referencia de los tintos clásicos de Rioja que mejoran con el paso del tiempo. Pero además, esta añada 2005, considerada excelente por la bodega, ha propiciado que en la etiqueta del vino luzca la leyenda "Selección Especial" por segunda vez en su historia. Estamos ante un vino único, donde la selección ha sido la constante en su elaboración, desde los racimos hasta las barricas destinadas al coupage definitivo. Un Reserva repleto de registros intensos y profundos y al que le queda además una larga vida en botella.







- Tipo
- Tinto
- D.O
- Rioja
- Variedad de uva
- Tempranillo, Graciano y Mazuelo
- Vinificación
- Tras un cuidadoso despalillado y estrujado, las uvas pasaron a los depósitos donde fermentaron a temperatura controlada. Crianza de 6 años con 10 trasiegas tradicionales. Durante dichas trasiegas se seleccionan los mejores vinos y se define el coupage final.
- Viñedo
- Viñedos ubicados en las localidades de Briñas, Rodezno y Labastida. Este es el primer Gran Reserva 890 en el que se utiliza el Graciano de la finca Montecillo, propiedad de La Rioja Alta S.A. Superan los 40 años de edad. Suelo de terrenos arcillo-calcáreos. Clima Continental-atlántico. Rendimientos muy bajos.
- Envejecimiento
- 6 años
- Productor
- La Rioja Alta S.A (Av. Vizcaya 8, 26200 Haro, La Rioja, España)
- Origen
- Haro (La Rioja)
- Graduación Alcohólica
- 13,5 %
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Color rojo rubí con un incipiente borde teja.
- Nariz
- Muy intenso de aroma, limpio, dominan las notas balsámicas y especiadas: vainilla, caramelo, bombón inglés, especias sobre un fondo de afrutado de ciruela pasa y orejones.
- Boca
- Destaca su estructura así como su acidez equilibrada y sus sedosos taninos. Amplio, complejo, redondo y elegante final.
- Maridaje
- Es idóneo con segundos platos sin salsas fuertes, guisos de carne y postres con chocolate. Además, es perfecto para cerrar una agradable comida.
El 10 de julio de 1890, cinco viticultores vascos y riojanos alumbraron, en lo que se conoce como el Barrio de la Estación de Haro, la "SOCIEDAD VINICOLA DE LA RIOJA ALTA". Empezó entonces una apasionante aventura empresarial en la que aquellos fundadores tenían como única ilusión la elaboración y crianza de vinos de calidad. Con ese propósito contrataron al enólogo francés Alfonso Vigier, que tomó a su cargo la dirección técnica.
En 1941 la compañía adquiere su nombre definitivo: LA RIOJA ALTA, S.A. Un año más tarde se registró la marca que más renombre ha dado a esta casa: el "Viña Ardanza". Desde entonces, La Rioja Alta siempre ha defendido el espíritu creador de los emprendedores de 1890, y que sigue hoy vivo.
Bodega y viñedos
Los vinos de La Rioja Alta se elaboran en dos bodegas que se complementan. Una es la del barrio de la Estación de Haro. Es una bodega centenaria cuyas paredes guardan toda la tradición de los vinateros riojanos; un lugar idóneo para el reposo y la crianza. La otra bodega está situada en Labastida, y es moderna y perfecta para garantizar un perfecto proceso de fermentación.
La sociedad gestiona fincas con una superficie total de 473 hectáreas, de las que 360 corresponden a viñedos, mayoritariamente situados en los mejores pagos de la zona Rioja Alta. Los viñedos están plantados fundamentalmente en varios predios de suelo calcáreo de La Rioja Alta: Rodezno, Labastida, Briones, etc. Pero con objeto de disponer de la variedad Garnacha, la empresa también cuenta con 63 hectáreas en el término municipal de Tudelilla, (Rioja Baja).
La producción media de los viñedos es de 5.000 kg/Ha (34,4 Hl/ha), algo inferior a la autorizada en La Rioja (45,5 Hl/ha), lo que aumenta la calidad de las uvas. El 80% de esas viñas están podadas en "espaldera", y el restante (el 20%) en "vaso".
La variedad Tempranillo domina las plantaciones, pero en los últimos años se ha plantando Graciano, con la que se espera dar una personalidad especial a los vinos. Por supuesto, la Garnacha se sigue empleando para elaborar el Viña Ardanza con la garra y elegancia de siempre. A esta producción se une la de antiguos proveedores, magníficos viticultores, que aportan la calidad del fruto que requieren los vinos de esta casa.
Foto: Sala de barricas de Bodegas La Rioja Alta.
