
Viña Ardanza Reserva es una de las cumbres no solo del vino riojano o español, es todo un emblema a nivel internacional. Con cada añada ha conseguido convencer tanto a crítica como a público. Su ya clásico coupage de Tempranillo y Garnacha es puro equilibrio y sedosidad. Con una crianza de 36 meses para la Tempranillo y de 30 para la Garnacha, La Rioja Alta, S.A. consigue una vez más un tinto con una completa paleta de aromas y sabores hecha con el único objetivo de satisfacer las necesidades de quien lo prueba. Ha sido elegido además mejor tinto español de 2020 por Decanter.







- Tipo
- Tinto
- D.O
- Rioja
- Variedad de uva
- Tempranillo y Garnacha
- Vinificación
- Vendimia manual y selectiva en cajas y transporte refrigerado para no alterar la temperatura de la uva. La Tempranillo permaneció 36 meses en roble americano de 4 años de edad media y la Garnacha, como novedad, redujo su crianza a los 30 meses en barricas de 2 y 3 vinos de roble americano para mantener toda la frescura y tipicidad de esta variedad. Los vinos fueron trasegados manualmente en seis ocasiones.
- Viñedo
- Tempranillo procedente de fincas propias de más de 30 años de edad en las poblaciones de Fuenmayor y Cenicero y Garnacha (20%) proveniente de viñas viejas (50-60 años) plantadas en vaso a 600m de altitud en la población de Tudelilla. Suelo arcillo-calcáreo. Clima continental-atlántico.
- Envejecimiento
- 3 años
- Guía Peñín
- 94
- Tim Atkim
- 94
- James Suckling
- 96
- Productor
- La Rioja Alta S.A (Av. Vizcaya 8, 26200 Haro, La Rioja, España)
- Origen
- Haro (La Rioja)
- Graduación Alcohólica
- 13,5 %
- Peso
- 375 ml
- Vista
- Color rojo picota, limpio y brillante, de capa media, con un borde rosado.
- Nariz
- En nariz destaca por su expresividad, con notas especiadas de café, chocolate, vainilla, clavo y maderas finas sobre un fondo de frutas negras maduras.
- Boca
- Un vino con buena estructura, equilibrado, con una frescura muy vivaz, que invita a seguir bebiendo y que, unido a unos pulidos taninos, colma la boca de sensaciones agradables. Largo retrogusto, marcado por la sutileza de la marca cuya elegancia, complejidad y potencia aromática.
- Maridaje
- Asados de cordero, chuletillas al sarmiento, caza y quesos ahumados y curados.
El 10 de julio de 1890, cinco viticultores vascos y riojanos alumbraron, en lo que se conoce como el Barrio de la Estación de Haro, la "SOCIEDAD VINICOLA DE LA RIOJA ALTA". Empezó entonces una apasionante aventura empresarial en la que aquellos fundadores tenían como única ilusión la elaboración y crianza de vinos de calidad. Con ese propósito contrataron al enólogo francés Alfonso Vigier, que tomó a su cargo la dirección técnica.
En 1941 la compañía adquiere su nombre definitivo: LA RIOJA ALTA, S.A. Un año más tarde se registró la marca que más renombre ha dado a esta casa: el "Viña Ardanza". Desde entonces, La Rioja Alta siempre ha defendido el espíritu creador de los emprendedores de 1890, y que sigue hoy vivo.
Bodega y viñedos
Los vinos de La Rioja Alta se elaboran en dos bodegas que se complementan. Una es la del barrio de la Estación de Haro. Es una bodega centenaria cuyas paredes guardan toda la tradición de los vinateros riojanos; un lugar idóneo para el reposo y la crianza. La otra bodega está situada en Labastida, y es moderna y perfecta para garantizar un perfecto proceso de fermentación.
La sociedad gestiona fincas con una superficie total de 473 hectáreas, de las que 360 corresponden a viñedos, mayoritariamente situados en los mejores pagos de la zona Rioja Alta. Los viñedos están plantados fundamentalmente en varios predios de suelo calcáreo de La Rioja Alta: Rodezno, Labastida, Briones, etc. Pero con objeto de disponer de la variedad Garnacha, la empresa también cuenta con 63 hectáreas en el término municipal de Tudelilla, (Rioja Baja).
La producción media de los viñedos es de 5.000 kg/Ha (34,4 Hl/ha), algo inferior a la autorizada en La Rioja (45,5 Hl/ha), lo que aumenta la calidad de las uvas. El 80% de esas viñas están podadas en "espaldera", y el restante (el 20%) en "vaso".
La variedad Tempranillo domina las plantaciones, pero en los últimos años se ha plantando Graciano, con la que se espera dar una personalidad especial a los vinos. Por supuesto, la Garnacha se sigue empleando para elaborar el Viña Ardanza con la garra y elegancia de siempre. A esta producción se une la de antiguos proveedores, magníficos viticultores, que aportan la calidad del fruto que requieren los vinos de esta casa.
Foto: Sala de barricas de Bodegas La Rioja Alta.
