
Los Perdederos, un verdejo de finca pensado para la guarda, elaborado a partir de cepas centenarias plantadas en Aldeanueva del Codonal, Segovia. Una auténtica reliquia que sale al mercado con una serie limitadísima de 850 unidades.






- D.O
- Castilla y León
- Variedad de uva
- Verdejo
- Vinificación
- Verdejo parcelario de una viña de 100 años en pie franco, fermentado con levaduras salvajes y criado sobre lías en barricas de roble francés y acacia.
- Productor
- Viñadores de Castilla
- Origen
- Aldeanueva del Codonal Segovia
- Graduación Alcohólica
- 13%
- Peso
- 750 ml.
- Vista
- Color limón medio. Sin filtrar.
- Nariz
- Con una nariz de lo más interesante, en la que los aromas anisados y cítricos dan paso a otros más intensos como los tostados propios de maderas nobles.
- Boca
- Boca fresca y vivaz en la que asoman tímidas notas frutales y herbáceas, la elegancia, largura y complejidad de este verdejo lo convierten en el blanco perfecto para acompañar todo tipo de comida.
- Maridaje
- Ideal para tomarlo con unas chuletillas al sarmiento, un asado de carne con ciruelas, pasas y frutos secos, un arroz con pollo o un pescado azul al horno, como si de un tinto ligero se tratara. También con foie y quesos potentes.
- Tipo
- Blanco
Viene del sector farmacéutico, y regentó una farmacia hasta que, en 2010, descubre que las viñas de una propiedad familiar, que habían ganado la reputación de dar las mejores Garnachas tintoreras de la zona, se estaban utilizando para diluirse en depósitos de bodegas destinadas a hacer vino de grandes volúmenes.
Esto le mueve a comenzar a vinificar la uva de estos viñedos, con el compromiso de poner en valor la calidad de una uva y la identidad de territorio con unas características muy especiales. A partir de entonces empieza un camino de crecimiento en el que busca nuevas regiones con un potencial por descubrir, con el firme compromiso de hacer vinos excepcionales y con matices personales.
Pepe tiene una forma única de entender el vino. Siempre busca viñedos singulares (parcelas con una identidad propia y un gran potencial), con elaboraciones artesanas, haciendo pequeñas producciones e interviniendo lo justo para reflejar al máximo cada terroir en el que trabaja.
A lo largo de estos años ha creado proyectos como Sopla Levante, donde recupera variedades olvidadas en parajes míticos del Levante a escasos metros del mar, Viñadores de Castilla; un movimiento de puesta en valor del patrimonio vitivinícola en Castilla León o Atalaque, donde salva del arranque unas viñas de garnacha de 120 años que han dado vinos de una calidad extraordinaria. Una extensa lista que va desde Almansa hasta Toro, pasando por el marco de Jerez, y que certifica a Pepe Rodriguez de Vera como un productor que apuesta por viñedos únicos y aporta a sus vinos una visión personal.