
La finca Dehesa La Granja que le da nombre y procedencia es una propiedad espectacular de 800 hectáreas dedicada a diferentes cultivos y a la ganadería. Estamos ante una nueva añada del vino sobre el que se cimenta el proyecto en tierras zamoranas de la Familia Fernández Rivera. Un tinto con gran carga de fruta madura que permaneció 24 meses envejeciendo en roble americano en la cuevas del siglo XVIII, excavadas en piedra, que la firma posee bajo sus modernas naves de elaboración.








- Tipo
- Tinto
- D.O
- Vino de la Tierra de Castilla y León
- Variedad de uva
- Tempranillo
- Vinificación
- Para la elaboración de este vino se lleva a cabo un proceso de vinificación tradicional. Crianza de 12 meses en barricas de roble americano.
- Viñedo
- Dehesa La Granja. Viñedos situados al sudoeste de Zamora, a una altitud de entre 700 y 750 metros sobre el nivel del mar. Superficie de 101 hectáreas. Edad de más de 25 años. Suelo formado por sedimentos de areniscas, arcillas y calizas. Precipitaciones anuales de entre 300-400 milímetros. Inviernos extraordinariamente fríos. El gran número de horas de sol a las que están sometidas las cepas hacen posible uvas de excepcional calidad.
- Envejecimiento
- 12 meses
- James Suckling
- 93
- Productor
- Bodega y Viñedos Fernández Rivera SL (Calle Real, 2, 47315 Pesquera de Duero, Valladolid, España)
- Origen
- Vadillo de la Guareña (Zamora, España)
- Graduación Alcohólica
- 14,5%
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Color granate limpio y brillante.
- Nariz
- Aromas de fruta roja fresca, grosellas y frambuesas, junto con notas tostadas y torrefactas.
- Boca
- Sedoso y elegante, muy goloso con una acidez marcada y un tanino bien integrado.
- Maridaje
- Especialmente ideal para acompañar carnes rojas, como un solomillo de añojo con mostaza al vino tinto, y platos de caza de pluma, como pichón estofado con hongos y trufas o magret de pato con salsa de arándanos.
BODEGAS DEHESA LA GRANJA
Donde el tiempo sabe a memoria y se hace aroma
En tierras zamoranas se encuentra esta bodega que respeta el entorno y se integra en él. Considerada una de las fincas más bonitas que pueden existir en el mundo del vino, sus casi 800 hectáreas se extienden a orillas del río Guareña.
De esta bodega Impresiona la nave subterránea donde duermen y reposan sus afamados vinos. Durante 17 años, desde 1.750 hasta 1767, 125 hombres en la oscuridad y el silencio, que sólo rompían sus golpes, fueron ganando espacio a la piedra hasta conseguir un curioso laberinto de pasillos, que superan los 3.000 metros cuadrados.
Aparte de la elaboración de vinos, la finca se destina a otros cultivos agrícolas y a la ganadería, lo cual les permite comercializar garbanzos, queso y aceite, procedentes de la propia finca. Además, las materias primas que aquí se recolectan y las reses que cuidan, abastecen a su restaurante. Todo un lujo para los amantes de la buena mesa.
