Comprar vino Tokaji Oremus 6 Puttonyos
Procendente de viñedos que forman parte del catálogo de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y criado en galerías subterráneas centenarias, es considerado uno de los mejores del mundo. Un vino mítico, al que el Rey Luis XIV definió como " vino de reyes y rey de los vinos”.
- Tipo
- Blanco dulce
- D.O
- Tokaji
- Variedad de uva
- Furmint, Hárslevelü, Muscat de Lunel
- Vinificación
- Vendimia manual, en dos o tres turnos desde finales de septiembre hasta principios de noviembre. Aún se basa en las medidas de hace cientos de años, añadiendo al mosto base 6 cestas ('puttonyos') de 25 kilos cada una repletas de uvas 'aszú' vendimiadas una a una y cubiertas de 'botrytis'. Las uvas son maceradas durante 2 días hasta que aumentan de tamaño, para después ser prensadas levemente. La fermentación se realiza en barricas nuevas de roble húngaro. Es un proceso lento que puede durar hasta 2 meses. La fase de crianza se completa durante 2 o 3 años en barricas de 136 y 220 litros, y finaliza con un año más en botella.
- Viñedo
- Altitud de 200 metros sobre el nivel del mar. Superficie de 91 hectáreas. Edad de 18 años. Clima Continental.
- Productor
- Bodegas Vega Sicilia S.A (Finca Vega Sicilia, Ctra.N-122 Km.323, 47359 Valbuena de Duero, Valladolid, España)
- Origen
- Hungría
- Graduación Alcohólica
- 12%
- Peso
- 500 ml
- Vista
- Color dorado.
- Nariz
- La 'botrytis' crea un gran potencial aromático en el vino.
- Boca
- Vino intenso, apasionante, vehemente, con sabor a historia.
BODEGAS OREMUS
Uno de los vinos más reputados del mundo, el tokaji, tiene en Oremus su marca bandera. Con una historia de mitificación bastante paralela a la que ha alcanzado Vega Sicilia dentro de los vinos españoles, todo el sector coincidió en lo apropiado de la adquisición de la húngara por parte de la vallisoletana.
En 1993, tan sólo tres años después de la caída del comunismo, la familia Álvarez llegó a Hungría y fundó Tokaj-Oremus Viñedos y Bodegas. Las actividades de la propiedad se centran en Tolcsva, donde - conectado al laberinto de bodegas subterráneas existentes desde el siglo XIII - en 1999 se construyó una moderna bodega de vinificación.
La familia Álvarez dedicó mucha atención al estudio minucioso y respetuoso de este vino para conocer su proceso de elaboración y su historia. También se esforzó por conservar, en lo posible, la tradición cuando dirigió las obras de la construcción de la nueva bodega.
Para la gestión del nuevo proyecto, que giraba en torno a uno de los viñedos mejor situados y más simbólicos de la región, reclutó un equipo profesional devoto, que conocía muy bien el terreno, y buscó a un enólogo de la zona experimentado y enteramente dedicado para situarlo al frente de ese colectivo.