Comprar vino Piélago
Piélago es el producto del ensamblaje de cuatro parcelas diferentes en la sierra de El Real de San Vicente. Es un vino de pueblo y representa el carácter fresco y atlántico de la Garnacha. Directo y vertical, Piélago resulta ser una apuesta más que interesante para explorar las virtudes de la Garnacha mentridana.
- Tipo
- Tinto
- D.O
- Méntrida
- Variedad de uva
- Garnacha
- Vinificación
- Prefermentación en frío durante 4 días. Fermentación alcohólica con levaduras autóctonas y a temperaturas controladas entre 15 y 22ºC. Mesa de selección. Uva con raspón, sin despalillar. Maceraciones comprendidas entre los 20 y 40 días según parcelas. Extracciones suaves mediante remontados. Maloláctica en barricas. Crianza durante 15 meses en barricas de roble francés de capacidad entre 500 y 3000 litros, con una edad máxima de 6 años.
- Viñedo
- Viñas situadas en el monte Piélago, de la localidad de Real de San Vicente. Parcelas plantadas en vaso y ubicadas a una altitud de entre 750 y 850 metros sobre el nivel del mar. Trabajadas bajo viticultura ecológica. Área de 5 hectáreas. Edad entre 40 y 70 años dependiendo de las parcelas. Suelos arenosos-graníticos de origen silício. Clima Continental, con una pluviometría media de 750 mm al año.
- Envejecimiento
- 15 meses
- Guía Peñín
- 95
- James Suckling
- 92
- Productor
- Landi Vinos y Viñedos S.L (C/ Santa Teresa 7 - Entresuelo 1, 28004 Madrid, España)
- Origen
- El Real de San Vicente (Toledo, España)
- Graduación Alcohólica
- 14,5 %
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Color cereza intenso, capa media y menisco morado.
- Nariz
- En nariz se aprecian la fresa fresca, el chocolate y notas minerales.
- Boca
- En boca es frutal, fresco, licoroso y fruta negra madura presente.
- Maridaje
- Acompaña muy bien los guisos de carne, platos elaborados con setas y hongos y las carnes al horno.
BODEGAS JIMÉNEZ LANDI
Situados en la Denominación de Origen Méntrida, Bodegas Jiménez-Landi comienzan su andadura en 2004 con el objetivo de centrarse en los viñedos viejos de Garnacha y hacernos redescubrir su enorme potencial con una elaboración que busca respetar la tipicidad.
La característica principal de la zona donde Jiménez-Landi elabora es la altitud (en Méntrida, alrededor de 600 metros; en Real de San Vicente, entre 750 y 900 metros). Esta circunstancia proporciona un frescor que equilibra los vinos, ya que la Garnacha tiende a producir grados elevados que necesitan ser compensados por una buena acidez.
Elaboración respetuosa
En la bodega intentan trabajar con la menor manipulación posible, despalillando cada vez menos, haciendo fermentaciones suaves (en barricas abiertas y pisando con los pies, evitando el uso de bombas y remontados agresivos) y cuidando en especial la crianza en madera. Utilizando barricas grandes y fudres consigue una menor micro-oxidación del vino y esto es importante porque la Garnacha es una variedad muy oxidativa.
Filosofía honesta
La juventud de los Jiménez-Landi imprime honestidad y autenticidad en su aproximación al trabajo en el viñedo y la bodega. Exploran y se abren a nuevas posibilidades, entendiendo las zonas y los viñedos, intentando reflejar el carácter de las uvas autóctonas, y huyendo de la imagen que tenían los vinos de la zona. Dicen que no han inventado nada nuevo, pero lo que sí han hecho es abrir la veda para que cada vez más se apueste por un estilo diferente al que se venía haciendo. Cada viña, con su situación, altitud, orientación, variedad, suelo, refleja la identidad de los terruños de Méntrida y su entorno.
Desde 2011 es José Benavides Jiménez-Landi quien se encarga de dirigir y perfilar los vinos, de manera que 2012 es la primera añada que elabora en solitario y en la que, por supuesto, ha tratado de incorporar su particular forma de entender el vino aunque siempre con el máximo respeto al poder del terruño.