Robe: A la vista se presenta como un vino sin un ápice de evolución, rojo amoratada de capa homogénea y apenas traslúcido.
Nez: Muy reconocible por sus notas de fruta significativamente diferentes de las cosechas anteriores; más fruta de pepita que de hueso, y con acompañamientos de frutos rojos. También notas de flor blanca y un amplio abanico de especias de roble. En última fase, se aprecian notas sutiles de tostados y cueros.
Bouche: La entrada en boca es sorprendentemente amable y redondeada después de 4 años de su elaboración. Encontramos un tanino dulce y sin aristas. Es muy largo de recorrido.