
Pinot Noir de la parcela Hoya Colorá, a 1.000 metros de altitud rodeada de lagos que permiten una buena maduración conservando la acidez. Mínima Intervención.






- D.O
- Almansa
- Variedad de uva
- Pinot Noir
- Vinificación
- Fermenta en INOX con un 20% de raspones, levaduras salvajes, mínima intervención, y luego pasa 12 meses por barrica de roble francés de 2, 3, y 4 uso.
- Envejecimiento
- 12 meses
- Productor
- Bobalicius S.L (C/Peréz Galdós 3, 02003 Albacete, España)
- Origen
- Chinchilla de Montearagón (Albacete, España)
- Graduación Alcohólica
- 14,5%
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Color rubí de intensidad media con ligera turbidez.
- Nariz
- Nariz de instensidad media con notas primarias de cereza y fresa madura con una complejidad alta de componentes minerales, grafitos y especias con un punto de tostados ligeros.
- Boca
- En boca es equilibrado con un alcohol medio, acidez fresca y tanino alto pero sedoso. Con un final largo debido a su acidez y un punto ligeramente amargo de origen herbáceo que le da persistencia.
- Tipo
- Tinto
Viene del sector farmacéutico, y regentó una farmacia hasta que, en 2010, descubre que las viñas de una propiedad familiar, que habían ganado la reputación de dar las mejores Garnachas tintoreras de la zona, se estaban utilizando para diluirse en depósitos de bodegas destinadas a hacer vino de grandes volúmenes.
Esto le mueve a comenzar a vinificar la uva de estos viñedos, con el compromiso de poner en valor la calidad de una uva y la identidad de territorio con unas características muy especiales. A partir de entonces empieza un camino de crecimiento en el que busca nuevas regiones con un potencial por descubrir, con el firme compromiso de hacer vinos excepcionales y con matices personales.
Pepe tiene una forma única de entender el vino. Siempre busca viñedos singulares (parcelas con una identidad propia y un gran potencial), con elaboraciones artesanas, haciendo pequeñas producciones e interviniendo lo justo para reflejar al máximo cada terroir en el que trabaja.
A lo largo de estos años ha creado proyectos como Sopla Levante, donde recupera variedades olvidadas en parajes míticos del Levante a escasos metros del mar, Viñadores de Castilla; un movimiento de puesta en valor del patrimonio vitivinícola en Castilla León o Atalaque, donde salva del arranque unas viñas de garnacha de 120 años que han dado vinos de una calidad extraordinaria. Una extensa lista que va desde Almansa hasta Toro, pasando por el marco de Jerez, y que certifica a Pepe Rodriguez de Vera como un productor que apuesta por viñedos únicos y aporta a sus vinos una visión personal.