
Bodegas Viñedos Sierra Cantabria
BODEGAS VIÑEDOS SIERRA CANTABRIA
A los pies de la Sierra de Sonsierra, protectora de los fríos vientos del norte, se encuentra San Vicente de la Sonsierra, en el corazón de la Denominación Calificada Rioja. Allí nacen unos vinos privilegiados, en una bodega construida por la familia Eguren con la piedra del propio terreno, como tributo a una tierra de la que ellos y sus viñedos forman parte.
Terroir
Entre sus pagos más prestigiosos destaca La Veguilla, 10 hectáreas con abundancia de canto rodado, plantada de la variedad Tempranillo y una pequeña proporción de Viura y Malvasia. Tras una concienzuda selección de sus cepas, que de manera natural producen tan solo 2 ó 3 racimos, una vendimia artesanal y una meticulosa crianza, se obtiene el prestigioso Amancio.
Por su parte, otra finca de relevancia para la bodega, El Bosque, está plantada con la variedad Tempranillo y cuenta con una superficie de 1,5 hectáreas de suelo arcillo-arenoso con gran abundancia de canto rodado y restos de aluvión.
Viticultura
La viticultura, tradicional, está basada en la cultura de sus antepasados y es respetuosa con el medio ambiente, pero actualizada y mejorada con las técnicas actuales. Ésta se singulariza por una total ausencia de insecticidas y herbicidas, el uso de cobre y azufre y el abonado orgánico, que hace habitual la presencia de la flora y fauna autóctona dentro de sus viñedos.
Elaboración
Bajo la premisa de obtener grandes vinos de viñedos únicos, los Eguren comenzaron a trabajar duramente en las fincas La Llana, Los Terreros, Jararte, El Bosque y La Veguilla, de donde nacieron vinos tan carismáticos como Sierra Cantabria Cuvée, Sierra Cantabria Organza, Sierra Cantabria Colección Privada, Finca El Bosque y Amancio. Estos vinos son fruto de la más meticulosa selección de los racimos, en muchos casos despalillados a mano y pisados a la manera tradicional para lograr la más suave extracción.
Con unos viñedos en espaldera, la vendimia se realiza a mano de forma selectiva seleccionando los mejores frutos y eliminando los posibles racimos que no estén en perfectas condiciones de maduración, utilizándose cajas de tan sólo 20 kg.
En el caso de Finca El Bosque y Amancio, una vez que los racimos han llegado a la bodega, el despalillado se realiza de forma manual y se analizan todos los frutos, grano a grano, para seleccionar las mejores bayas. Una fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable y una fermentación maloláctica en depósito de acero o en barricas de roble en el caso de los vinos de alta gama completan el proceso antes de la crianza.