






- D.O
- IGP 3 Riberas
- Variedad de uva
- Garnacha Blanca y Chardonnay
- Vinificación
- La Garnacha Blanca está elaborada con prensado directo, una mínima maceración en la propia prensa y una cuidadosa extracción a baja presión. La Garnacha Tinta procede de mosto extraído cuidadosamente en el mismo momento del estrujado de la uva, evitando al máximo el contacto con los pigmentos de la piel. Ambas elaboraciones se crían sobre lías durante 5 meses hasta el momento del coupage y posterior embotellado.
- Viñedo
- Finca de Legardeta. Son viñedos propiedad de la familia Chivite desde hace años. Predomina un clima continental.
- Envejecimiento
- Criado sobre sus lías durante 5 meses en depósitos de inox.
- Productor
- Perelada Comercial S.A (C/Motors 138, 08038 Barcelona, España)
- Origen
- Villatuerta (Navarra, España)
- Graduación Alcohólica
- 13,5%
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Color amarillo pajizo con matices verdosos.
- Nariz
- Aroma a fruta blanca (pera, manzana, níspero) con matices de fruta roja (granada, grosella).
- Boca
- En Boca es muy vivo, equilibrado con sedosidad y muy largo.
- Tipo
- Blanco
Perelada & Chivite es hoy un referente en el mundo vitivinícola. Con presencia en las principales denominaciones de origen, más de 450 ha. de viñedos en propiedad y más de 320 ha. de explotación controlada, la vinculación de nuestra firma con el mundo del vino se remonta a 1647, fecha en la que aparece documentada la primera transacción de una de nuestras bodegas, Chivite.
La familia Suqué Mateu, propietaria de Perelada & Chivite, busca mantener la identidad de las diversas zonas productoras, potenciando el respeto al terroir y a los paisajes donde se desarrolla la actividad vinícola de cada una de las marcas que conforman una completa colección de vinos únicos.
La relación directa de la familia con el mundo del vino se remonta a la figura de Miguel Mateu, quien compró en 1923 el Castillo Perelada (Empordà). Una de sus principales ilusiones era recuperar su tradición vitivinícola que encuentra sus orígenes en el siglo XIV, cuando los monjes carmelitas que vivían en el monasterio anexo al castillo ya producían un excelente vino con el que abastecían a toda la región.
Javier Suqué, nieto del fundador, preside Perelada & Chivite y ha sido el encargado no sólo de mantener vivo ese compromiso con la elaboración de vinos de calidad, sino de reforzarlo todavía más buscando la mejora constante.