
Fresco, penetrante y con una gran capacidad de guarda, este fascinante Riesling nace a partir de los viñedos privilegiados de los pueblos alemanes de Ürzig, Erden, Lösnich y Kinheim. Ideal para conocer el encanto de esta variedad alemana y para acompañar una gran variedad de platos.



- D.O
- Mosel
- Variedad de uva
- Riesling
- Vinificación
- Fermentación en depósitos de acero inoxidable y en roble neutral.
- Viñedo
- Viñedo tratado mediante métodos sostenibles, acorde con las regulaciones medioambientales alemanas. Eda de 60 años de media. Suelo de pizarra.
- Productor
- COMERCIALIZADO: Perelada Comercial S.A (C/Pere II de Montcada 1, 08034 Barcelona, España)
- Origen
- Alemania
- Graduación Alcohólica
- 12,5%
- Peso
- 750 ml
- Nariz
- Fresca, nítida y afrutada. Seduce con sus notas cítricas que dan paso a sutiles recuerdos de fruta de hueso y de piña.
- Boca
- Jugosa, redonda y equilibrada. Regala un elegante, intenso y sutilmente salino final.
- Maridaje
- Ideal como aperitivo y con marisco marinados, en ceviche o crudos. Un gran aliado de los platos orientales especiados.
- Tipo
- Blanco
Perelada & Chivite es hoy un referente en el mundo vitivinícola. Con presencia en las principales denominaciones de origen, más de 450 ha. de viñedos en propiedad y más de 320 ha. de explotación controlada, la vinculación de nuestra firma con el mundo del vino se remonta a 1647, fecha en la que aparece documentada la primera transacción de una de nuestras bodegas, Chivite.
La familia Suqué Mateu, propietaria de Perelada & Chivite, busca mantener la identidad de las diversas zonas productoras, potenciando el respeto al terroir y a los paisajes donde se desarrolla la actividad vinícola de cada una de las marcas que conforman una completa colección de vinos únicos.
La relación directa de la familia con el mundo del vino se remonta a la figura de Miguel Mateu, quien compró en 1923 el Castillo Perelada (Empordà). Una de sus principales ilusiones era recuperar su tradición vitivinícola que encuentra sus orígenes en el siglo XIV, cuando los monjes carmelitas que vivían en el monasterio anexo al castillo ya producían un excelente vino con el que abastecían a toda la región.
Javier Suqué, nieto del fundador, preside Perelada & Chivite y ha sido el encargado no sólo de mantener vivo ese compromiso con la elaboración de vinos de calidad, sino de reforzarlo todavía más buscando la mejora constante.