
Blanco australiano elaborado enteramente con la variedad de origen francés Chardonnay. Se presenta elegante en nariz, con notas de flor de limonero, pomelo y kiwi. Cremoso, con un final vivo y una acidez sumamente agradable. Perfecto para explorar los vinos del hemisferio sur de la mano de una de las bodegas más prestigiosas de Australia.






- D.O
- Australia
- Variedad de uva
- Chardonnay
- Vinificación
- Envejecimiento de 5 meses en roble francés y tanques de acero inoxidable. Embotellado tras la fermentación para conservar su frescura y mineralidad.
- Viñedo
- Varios viñedos situados en Barossa and Eden Valleys (sur de Australia).
- Envejecimiento
- 5 meses
- Productor
- IMPORTADO por: Perelada Comercial S.A (C/Motors 138, 08038 Barcelona, España)
- Origen
- Australia
- Graduación Alcohólica
- 12,5%
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Amarillo pajizo muy pálido, con destellos verdes.
- Nariz
- En nariz es afrutado (pomelo, kiwi, melocotón, cítricos) con sutiles notas de turrón y flores blancas.
- Boca
- En boca vuelven a aparecer las frutas frescas destacando los cítricos (lima y limón), refinada acidez, textura mineral, gran prolongación y equilibrado.
- Tipo
- Blanco
Perelada & Chivite es hoy un referente en el mundo vitivinícola. Con presencia en las principales denominaciones de origen, más de 450 ha. de viñedos en propiedad y más de 320 ha. de explotación controlada, la vinculación de nuestra firma con el mundo del vino se remonta a 1647, fecha en la que aparece documentada la primera transacción de una de nuestras bodegas, Chivite.
La familia Suqué Mateu, propietaria de Perelada & Chivite, busca mantener la identidad de las diversas zonas productoras, potenciando el respeto al terroir y a los paisajes donde se desarrolla la actividad vinícola de cada una de las marcas que conforman una completa colección de vinos únicos.
La relación directa de la familia con el mundo del vino se remonta a la figura de Miguel Mateu, quien compró en 1923 el Castillo Perelada (Empordà). Una de sus principales ilusiones era recuperar su tradición vitivinícola que encuentra sus orígenes en el siglo XIV, cuando los monjes carmelitas que vivían en el monasterio anexo al castillo ya producían un excelente vino con el que abastecían a toda la región.
Javier Suqué, nieto del fundador, preside Perelada & Chivite y ha sido el encargado no sólo de mantener vivo ese compromiso con la elaboración de vinos de calidad, sino de reforzarlo todavía más buscando la mejora constante.