

Ana de Castro elige las mejores uvas de la finca para ensamblar este tinto voluptuoso y encantador de la serranía de Ronda. Esta añada está elaborada con el ensamblaje de Syrah, Garnacha, Tintilla de Rota y Romé. Todo un acierto en una zona emergente, con grandes posibilidades enológicas y fantásticos proyectos liderados por jóvenes enólogos. La payoya negra que da nombre a este vino e ilustra su etiqueta es una cabra autóctona andaluza cuya leche se utiliza para elaborar el queso de la zona.






- D.O
- Sierras de Málaga
- Variedad de uva
- Tintilla de Rota, Syrah, Garnacha y Rome
- Envejecimiento
- 16 meses
- Productor
- Perelada Comercial S.A (C/Motors 138, 08038 Barcelona, España)
- Origen
- Ronda (Málaga, España)
- Graduación Alcohólica
- 14%
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Color rojo cereza.
- Nariz
- Complejo y profundo aroma a fruta roja, fruta fresca, con finas notas de hierba de monte, roble cremoso y un toque mineral.
- Boca
- Carnoso, redondo, balsámico y equilibrado, con una muy buena acidez.
- Maridaje
- Carnes rojas, caza y queso payoyo.
- Ecológico
- Vino Ecológico
- Tipo
- Tinto
Perelada & Chivite es hoy un referente en el mundo vitivinícola. Con presencia en las principales denominaciones de origen, más de 450 ha. de viñedos en propiedad y más de 320 ha. de explotación controlada, la vinculación de nuestra firma con el mundo del vino se remonta a 1647, fecha en la que aparece documentada la primera transacción de una de nuestras bodegas, Chivite.
La familia Suqué Mateu, propietaria de Perelada & Chivite, busca mantener la identidad de las diversas zonas productoras, potenciando el respeto al terroir y a los paisajes donde se desarrolla la actividad vinícola de cada una de las marcas que conforman una completa colección de vinos únicos.
La relación directa de la familia con el mundo del vino se remonta a la figura de Miguel Mateu, quien compró en 1923 el Castillo Perelada (Empordà). Una de sus principales ilusiones era recuperar su tradición vitivinícola que encuentra sus orígenes en el siglo XIV, cuando los monjes carmelitas que vivían en el monasterio anexo al castillo ya producían un excelente vino con el que abastecían a toda la región.
Javier Suqué, nieto del fundador, preside Perelada & Chivite y ha sido el encargado no sólo de mantener vivo ese compromiso con la elaboración de vinos de calidad, sino de reforzarlo todavía más buscando la mejora constante.