

Botijo Rojo procede de una Garnacha que se encuentra cómoda en esta zona de la provincia de Zaragoza. Las viñas que crecen en Valdejalón reciben muchas horas de sol, resisten los fríos inviernos y también el azote del cierzo (viento), entregando un puñado de racimos en cada cepa que concentran los grandes aromas y sabores de la variedad: frutos rojos, pimientas negras y un fondo balsámico. Un tinto fino y firme, con notas minerales que le dan una personalidad diferenciadora.







- D.O
- Valdejalón
- Variedad de uva
- Garnacha
- Vinificación
- Vendimia manual. Despalillado, fermentación en depósitos de acero inoxidable, posteriormente fermentación maloláctica en antiguos depósitos de cemento. Envejecimiento de 10 a 15 meses en depósitos de hormigón.
- Viñedo
- Viñedo conducido en vaso alto a 353 m. sobre el nivel del mar. Edad de 35 a 45 años. Suelo calizo con una capa arcillosa. Presencia de cantos rodados. Clima Continental con influencia mediterránea debido al valle del Ebro. Temperaturas extremas y escasa pluviometría.
- Envejecimiento
- 6-8 meses
- Productor
- COMERCIALIZADO: Perelada Comercial S.A (C/Pere II de Montcada 1, 08034 Barcelona, España)
- Origen
- Zaragoza
- Graduación Alcohólica
- 14%
- Peso
- 750 ml
- Vista
- Color granada roja.
- Nariz
- Intensos aromas de cerezas y moras, pimienta negra y un fondo especiado.
- Boca
- Intenso, fresco y afrutado, con taninos bien equilibrados y mineralidad intensa.
- Maridaje
- Steak tartar, salmón.
- Ecológico
- Vino Ecológico
- Tipo
- Tinto
Perelada & Chivite es hoy un referente en el mundo vitivinícola. Con presencia en las principales denominaciones de origen, más de 450 ha. de viñedos en propiedad y más de 320 ha. de explotación controlada, la vinculación de nuestra firma con el mundo del vino se remonta a 1647, fecha en la que aparece documentada la primera transacción de una de nuestras bodegas, Chivite.
La familia Suqué Mateu, propietaria de Perelada & Chivite, busca mantener la identidad de las diversas zonas productoras, potenciando el respeto al terroir y a los paisajes donde se desarrolla la actividad vinícola de cada una de las marcas que conforman una completa colección de vinos únicos.
La relación directa de la familia con el mundo del vino se remonta a la figura de Miguel Mateu, quien compró en 1923 el Castillo Perelada (Empordà). Una de sus principales ilusiones era recuperar su tradición vitivinícola que encuentra sus orígenes en el siglo XIV, cuando los monjes carmelitas que vivían en el monasterio anexo al castillo ya producían un excelente vino con el que abastecían a toda la región.
Javier Suqué, nieto del fundador, preside Perelada & Chivite y ha sido el encargado no sólo de mantener vivo ese compromiso con la elaboración de vinos de calidad, sino de reforzarlo todavía más buscando la mejora constante.