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RAVENTOS I BLANC GRAN RESERVA DE LA FINCA
El primer cava de Raventós i Blanc, cuyo cupage inicial fue hecho por Josep María Raventós Blanc antes de morir. Un cava de finca, con el sello personal de su creador, fruto del saber y la experiencia acumulados a lo largo de una vida consagrada enteramente al cava. Ha sido elaborado bajo una atmósfera controlada, un prensado a bajas presiones y un desfangado estático de reducidas temperaturas.
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Selección de 9 parcelas, este cava Raventos i Blanc Gran Reserva de La Finca 2018 ha fermentado en depósitos de acero inoxidable bajo una temperatura controlada. Gracias a Vinos Cutanda, puedes recibir este gran cava en casa y comprarlo al mejor precio. ¡El verdadero cava catalán!
Los vinos de Raventós i Blanc son siempre especiales —revolucionarios, dirían algunos—, pero al mismo tiempo consiguen proyectar una imagen local capaz de seducir a un público internacional.
Para la elaboración de este De la Finca se emplean las mejores uvas de macabeo, xarel·lo y parellada, provenientes de una viña histórica conocida como la Vinya dels Fòssils. Fue Manuel Raventós, creador de la trilogía de uvas del vino espumoso catalán quien, en 1888, empezó una selección masal de las mejores vides de toda la propiedad que, con el tiempo, darían lugar a estas cepas. Las viejas vides en vaso se plantaron en 1964 en las terrazas más altas del río Anoia sobre un suelo cubierto de fósiles marinos visibles a simple vista, preciosas formas de conchas y caracolas que transportan su salinidad a cada copa de este magnífico espumoso.
El vino desprende aromas de brioche y limón, de levaduras y cal, que flotan sobre un centro austero a la par que elegante. En boca se muestra noble y mineral, fresco y profundo, con el carácter mediterráneo muy presente y la tipicidad de las mejores viñas del Penedés en cada sorbo. Es seco, noble, de burbuja fina y complejidad desbordante. Rezuma aromas de humo, hinojo y sotobosque, y se debate entre el frescor de su acidez y la madurez de un clima templado, concluyendo en un vino de gran equilibrio y armonía. Su tacto es cremoso y envolvente, su peso se deja sentir en el centro de la lengua, pero el vino consigue fluir con agilidad por los laterales.
Desde el nacimiento del vino Raventós de Alella, sus viñedos han tenido que convivir con la creciente urbanización de estas tierras cercanas a Barcelona. La zona de producción está situada a 20 km. al norte de la Ciudad Condal, dentro de la pequeña Denominación de Origen Alella, zona tradicional de procedencia de grandes vinos blancos.
Esta región cuenta con dos microclimas: uno marítimo más cálido y otro interior más frío, que permiten la obtención de vinos muy equilibrados. Otra de las singularidades de esta zona tiene que ver con sus suelos, constituidos de “sauló”, granítico y permeable, que permite desarrollar un sistema radicular extenso y adecuado para soportar largas sequías.